Quien no recuerda haber renegado de niño(a) cuando nuestros queridos padres nos pedían que colaborásemos en el lavado de platos, barrido de la casa, escoger el arroz, etc., de repente más que seguro, nosotros pensábamos que eran “malos”, “nos explotaban” o “éramos adoptados”…¡ufffffffffff…, hacíamos muchas cosas!, pensamientos validos en la mente infantil, pero sin embargo sabiéndolo o no, esas actividades por pequeñas o grandes que hayan sido solo ejercitaban nuestro cerebro y todas las inteligencias habidas y por haber. Acerca de este tema Tokítsu (2006) señala que, ”En el área motriz del cerebro la mano ocupa una zona importante. Por ejemplo, el número de fibras nerviosas de un solo dedo equivale a los de una pierna…lograr aumentar las funciones y capacidades de las manos equivaldría a desarrollar las aptitudes cerebrales que le corresponden.” Por su parte Rivas Balboa(1997)refiere, “El ciudadano del futuro deberá capacitarse para desarrollar destrezas manuales y motoras simultáneamente con sus habilidades intelectuales, gerenciales , científicas y su capacidad de expresar sentimientos propios.” Así también de este espacio y partiendo de nuestra experiencia al realizar talleres con niños y adultos, queremos subrayar que para los participantes “hacer con las manos” es como degustar todo el tiempo un delicioso manjar, es además integrar; el pensar, el sentir y el querer, por consiguiente integrar todo cuanto hay en el universo.